THE POWER OF CONVERSATIONS AT WORK.
La lectura nos habla de la importancia que tiene el poder de la conversación no solo en lo laboral, si no considero también que en la vida diaria como es en la familia, amigos y en nuestras relaciones interpersonales. La conversación tiene un peso importante que podría dar una perspectiva diferente a la situación que se presenta y por qué digo una perspectiva diferente? Quizá porque considero en mi experiencia personal que el dialogo tiene el poder de generar cambios, mejoras y hacer una restauración en la organización de pequeños temas o situaciones que se desarrollan internamente y que a nivel gerencial no tienen conocimiento de ello y así mismo genera un descontrol y un desempeño laboral ineficiente.
Este capítulo me hizo reflexionar y remontarme a una situación del ambiente laboral donde fui parte del equipo de esta organización y en donde su comunicación con el director no era las más efectiva, ya que existía inconformidad del trato, pago y falta de claridad de las fusiones que desempeñaban los empleados en la empresa, esto provocaba malos entendidos como disgustos que entorpecían el crecimiento tanto interno como externo de la organización.
Esta situación me hizo coincidir con Peter Block, sobre la el poder que tiene la conversación para generar cambios positivos, involucrando y escuchando las ideas, sugerencias y problemas desde la perspectiva de quienes la integran, ya que muchas veces solo se quedan estas opiniones en los pasillos sin darle solución o tener la oportunidad de expresarlo o simplemente tomar el riesgo de decir lo que sentimos, sin embargo quiero compartirles que en lo personal en esta parte de mi vida, me costó mucho trabajo expresar lo que sentía en ese momento y tomar el riesgo de abrir una conversación con mi jefe sobre la situación que vivía en ese momento, ya que efectivamente no estaban establecidas las funciones de cada uno y por ello había circunstancias en donde realizábamos acciones que nos asignaban de momento, este era un laboratorio que realizaba campañas de salud en los diferentes municipios de puebla, en donde realizábamos funciones que nos asignaban en donde muchas de estas no eran de nuestro conocimiento y que estaban fuera de nuestra área o parte de nuestra responsabilidad y se realizaban por apoyar y no contradecir al director, estas campañas se llevaban en una jornada de 6:00 de la mañana a 12:00 de la noche y al día siguiente a prepararnos para la jornada siguiente, atendiendo alrededor de 600 a 800 personas por día.
Estas jornadas no estaban completamente organizadas por la falta de comunicación que se tenía, ya que no había información de los horarios, el material se prepara el mismo día en mañana para irnos al municipio y en ese momento se designaba quien se iría o estaría apoyando en el laboratorio para ordenar los resultados que ya se tenían. Esto me generaba vulnerabilidad de no saber cuál sería mi jornada de trabajo al día siguiente, si era irme a campaña o apoyar en la organización para ordenar los resultados de estudios que ya se tenían o hacer mi verdadera función en la empresa que era coordinadora de relaciones públicas.
Puedo decir que en esta etapa de mi vida puedo detectar que genere mucha ansiedad al no saber que podía surgir al día siguiente en mi trabajo, ya que era una empresa que apenas iniciaba con su primera sucursal en puebla y esto generaba una desorganización por completa de la estructura y que al ser familiar la empresa, provocaba que no hubiera participación de ideas y sugerencias por lo tanto el clima laboral era tenso, en el que el personal accedía por el miedo a ser despedidos.
Pero gracias a esto, este trabajo me ayudo aprender el valor de la comunicación con tu jefe y la importancia de un ambiente laboral sano, ya que si la empresa se encuentra bien internamente lo estará externamente, sin embargo en lo personal me di cuenta que muchas veces tuve la oportunidad de externar lo que pensaba, sentía y no lo hice por el miedo a recibir una respuesta o una actitud negativa que al final provoco en mi esta parte de no tomar riesgos y freno en mi de cierta manera el proponer un plan de mejora que pudiera dar resultados positivos, ya que muchos de mis compañeros se acercaban de cierta manera a contarme como se sentían en su área laboral y muchos coincidían en la falta de comunicación, en la poca apertura que tenía el director, la forma poco adecuada de decir las cosas que complicaba el crecimiento de ambas partes.
Es aquí donde la apertura de la comunicación y la conversación es de suma importancia para escuchar, dialogar como un equipo de trabajo, donde la finalidad es crecer de la mano y atender las inquietudes que existen y entorpecen el trabajo, un dialogo que no sea por medio de la manipulación o de los prejuicios, si no con uno de los valores más importante que es el de aprender a escuchar a los demás y ponernos en sus zapatos para verlo desde otra perspectiva y así ser facilitador de las herramientas que necesiten para desarrollar sus funciones, funciones que previamente deben ser establecidas para no generar confusión que generen problemas a corto y lago plazo.
Hoy por hoy me doy cuenta que esta parte de mi vida laboral, me causaba ansiedad y conflicto por sentir que de cierta manera no pude desarrollarme al 100% y que uno de los mayores obstáculos era yo misma al no tomar riesgos de expresar mis ideas y al mantenerme en un trabajo que no compaginaba con mis objetivos laborales y que solo permanecía por la experiencia laboral.
Creo que muchas veces somos los principales obstáculos para tomar riesgos por consecuencia de nuestros miedos y por no salir de esta área de confort que muchas veces nos encontramos y de la cual no queremos salir porque al salir implicaría inestabilidad, vulnerabilidad e incertidumbre, hoy sé que me aferraba esa rama a ese confort para no tomar el riesgo de volar a lo desconocido a lo nuevo y cuantas cosas se nos pueden pasar en la vida por no tener ese decisión, ese riesgo que podría traernos aprendizajes de gran valor y la oportunidad compartir lo que puede generar un cambio personal y laboral.
Es la oportunidad de sabernos que somos imperfectos y que estamos en el camino del aprendizaje, en el que solo tú eres el actor principal de tu propia obra, no un espectador más.
